Los centros de datos, o centros de tratamiento y almacenamiento de datos, se han convertido en un elemento esencial de la infraestructura digital de nuestro mundo en constante evolución. En 2023, numerosas tendencias emergentes podrían dar forma a este sector en pleno crecimiento, desde la creciente adopción del cloud, hasta el auge de las tecnologías de inteligencia artificial (IA) y del internet de las cosas (IoT), pasando por las cambiantes necesidades en términos de seguridad y sostenibilidad. Una oportunidad para repasar las 6 grandes tendencias que podrían tener un impacto significativo en el futuro de los centros de datos en 2023… ¡y más allá!
Tendencia n.º 1 : reutilizar el calor para mejorar la eficiencia energética
Las restricciones energéticas causadas por los conflictos geopolíticos recientes y en curso han aumentado la preocupación por el consumo de energía. Invertir en investigación para encontrar nuevas formas de reutilizar la energía debería ser una prioridad para todos los centros de datos. Dos grandes indicadores están en el centro de la cuestión :
- El ERE de «Energy Reuse Effectiveness» o «Eficiencia de la reutilización de la energía».
- El PUE de «Power Usage Effectiveness» o «Eficiencia del uso de la energía» es una medida utilizada para determinar la eficiencia energética de un centro de datos.
El ERE muestra cómo utilizan la energía otras partes de la instalación o edificios de terceros en las inmediaciones de los centros de datos, como las viviendas, las oficinas o los restaurantes. Esta nueva medida es una herramienta para el desarrollo sostenible de los centros de datos que complementa al PUE, ya que este último no tiene en cuenta la energía recuperada. En 2023, los centros de datos tendrán que realizar importantes esfuerzos para reutilizar mejor el calor residual de los centros de datos.
Tendencia n.º 2 : aportar valor a las comunidades locales e invertir en desarrollo sostenible
Este segundo aspecto es consecuencia directa del primero. La mayoría de los centros de datos deben adoptar políticas verdaderamente sostenibles para tener un impacto positivo en sus comunidades locales (barrio, ciudad o aglomeración). Los centros de datos deben determinar sus propias restricciones y políticas de sostenibilidad para complementar las decisiones tomadas por los órganos de gobierno de las ciudades o países en los que se ubican, independientemente de las necesidades o especificidades del sector.
Los centros de datos pueden aportar importantes beneficios a las comunidades circundantes en términos de creación directa o indirecta de empleo, educación o bienestar, así como innovaciones en eficiencia energética, que pueden exportarse a otros sectores o usos. El centro de datos es en cierto modo el catalizador de un ecosistema que se crea a su alrededor para ofrecer servicios y tecnologías a sus clientes.
Tendencia n.º 3 : desarrollar nuevas técnicas de refrigeración
Una de las estrategias implementadas para reducir el PUE que hemos visto en los últimos años, y que se mantendrá fuerte en 2023, es aumentar la temperatura de funcionamiento de los centros de datos para limitar el uso de la refrigeración. Los fabricantes y profesionales trabajan mucho en la refrigeración líquida (o refrigeración directa o refrigeración por inmersión).
Tendencia n.º 4 : aceptar que la digitalización de las actividades ha llegado para quedarse
Todas las empresas se esfuerzan por aumentar su productividad y eficiencia y, para ello, necesitan incrementar su capacidad digital. Esto significa que muchas de ellas optan primero por una solución de cloud público.
Las empresas se enfrentan ahora a dos alternativas: o bien optan por la colocación en espacios existentes o futuros, cada vez más escasos, o bien dan el salto al cloud público. Existe también una tercera voz con la hibridación: las empresas tendrán su propio espacio para las cargas de trabajo recurrentes y de alta seguridad y el cloud público para las cargas de trabajo de alta variabilidad, maximizando su eficiencia y productividad.
Sin embargo, el coste y el tiempo necesarios para construir un centro de datos propio están aumentando, debido a la pandemia de la COVID-19, la guerra en Ucrania y las tensiones en la cadena de suministro. Como resultado, los centros de datos existentes se vuelven más atractivos para las implementaciones rápidas.
Tendencia n.º 5 : aprovechar el auge del edge computing
Vemos cómo se desarrolla el uso de la 5G y se generaliza el IoT. Estos sensores y dispositivos tienen que tratar grandes cantidades de datos a gran velocidad, por lo que los centros de datos deben estar preparados para hacer frente a estas situaciones. Dado que los datos del IoT están dispersos geográficamente, también es necesario no concentrar todos los puntos de tratamiento y los servidores que dan servicio a estos dispositivos, lo que da lugar a una gran variedad de ubicaciones. Los actores del edge computing son los operadores, los proveedores informáticos y, por supuesto, los centros de datos como los de Data4.
Tendencia n.º 6 : consolidar los centros nacionales
La sexta tendencia está relacionada con la descentralización gradual de la capacidad informática, que comenzó en los mercados FLAP (Fráncfort, Londres, Ámsterdam y París) y que ahora necesita consolidarse en los centros de datos nacionales.
Los centros de datos han evolucionado rápidamente en los últimos años para convertirse en pilares de la digitalización de nuestra economía. En el futuro, seguirán siendo más esenciales que nunca, pero su existencia y éxito estarán ligados a prácticas verdaderamente sostenibles y responsables con las comunidades en las que coexisten.