A medida que la IA incrementa la demanda de espacio y energía, la construcción de nuevos centros de datos requiere una planificación cuidadosa para prepararse para este aumento.
Adam Levine, Director Comercial del Grupo Data4
El centro de datos actual se encuentra en una encrucijada. Los principales proveedores de cloud necesitan desesperadamente más espacio y potencia para satisfacer la creciente demanda de inteligencia artificial (IA) generativa, y al mismo tiempo la sostenibilidad se ha convertido en una preocupación primordial para los proveedores de centros de datos de todo el mundo.
Las cifras lo confirman. La cifra de centros de datos de hiperescala en todo el mundo se acerca al umbral de los 1000, habiéndose duplicado desde 2019. Mientras tanto, durante la próxima media década aproximadamente, se espera que se duplique la capacidad de las nuevas instalaciones, al tiempo que se estima que el consumo de energía de la IA generativa será varias veces superior al de las cargas de trabajo tradicionales. Además, la normativa sobre almacenamiento de datos está creando la necesidad de instalaciones más localizadas.
Con el aumento de la capacidad, la eficiencia es crucial, dado que se calcula que estas instalaciones ya consumen entre el 2 y el 3 % de la energía producida en todo el mundo. La cuestión es cómo satisfacer estas necesidades de capacidad y, al mismo tiempo, disponer de espacio suficiente para abastecerla y retribuir al medio ambiente y a la sociedad.
Densificar, densificar y densificar
Uno de los medios para conseguirlo es construir enormes instalaciones con la mayor densidad posible que permitan acomodar el avance de la tecnología y las técnicas. De este modo, es posible incorporar la máxima cantidad de equipos y optimizar la eficiencia de los servidores, preparándolos adecuadamente para manejar cargas de trabajo de IA más elevadas. Aunque nadie tiene una bola de cristal, parte de este proceso requiere cierta capacidad para predecir lo que nos depara el futuro, de modo que todos los centros de datos nuevos estén totalmente preparados para cualquier aumento de la demanda.
Sin embargo, cuando aumenta la densidad, el calor adicional que se genera plantea un nuevo reto porque requiere más refrigeración. Para satisfacer esa necesidad pueden utilizarse tecnologías líquidas e inmersivas innovadoras. En Data4, por ejemplo, utilizamos la refrigeración líquida en nuestro centro de Marcoussis, en la región de París, con el proveedor europeo de cloud OVHcloud, y tenemos planes para implantar este método en todos nuestros campus.
A medida que nos expandimos, este tipo de optimización es primordial a la hora de analizar nuevas instalaciones y entrar en nuevos mercados. Así ocurre con el desarrollo de nuestro nuevo centro de datos en la ciudad de Hanau, cerca de Fráncfort, el primero que instalamos en Alemania. Los planes de inversión de más de 1000 millones de euros para construir estas instalaciones de 180 MW en un terreno de 25 ha por fases hasta 2032 lo convertirán en uno de los campus de centros de datos más grandes y potentes de Europa.
Los centros de datos de tal magnitud son más eficientes que los pequeños, ya que disponen de espacio suficiente para poder ampliarse y satisfacer una demanda acelerada. De este modo, contribuyen en cierta medida a que las inversiones tengan garantizada su rentabilidad en el futuro. Se trata de un factor importante, teniendo en cuenta que la reciente ocupación del espacio de los centros de datos ha superado las expectativas, aunque nuestros campus están diseñados para responder a una aceleración a gran escala.
A medida que se absorbe la capacidad, los esfuerzos de densificación pueden contribuir a una mayor optimización de los recursos en el futuro. Por eso, en Data4 buscamos constantemente densificar, densificar y densificar, una estrategia que ayudará a aprovechar al máximo los recursos finitos necesarios para construir centros de datos, sobre todo el suelo y la energía.
Para nuestros clientes, optimizar el uso de estos recursos escasos tiene sentido desde el punto de vista económico, ya que les permite evitar la duplicación de la inversión en infraestructura básica que se da cuando agotan la capacidad de un centro de datos y deben crear un centro secundario cercano. También tiene sentido para el medio ambiente exprimir toda la capacidad posible de las zonas industriales abandonadas, como nuestro centro de Hanau, para evitar una mayor artificialización de las zonas verdes.
Encontrar el emplazamiento adecuado
Cuando se trata de bienes inmuebles, otro mantra muy repetido es «la ubicación lo es todo». Una vez más, los proveedores de centros de datos y servicios de cloud deben tener muy en cuenta este aspecto a la hora de decidir dónde construir sus instalaciones o adquirir espacio de colocación.
Han surgido importantes limitaciones de espacio disponible para construir más instalaciones, sobre todo en los principales núcleos de centros de datos del mundo, como los mercados FLAP-D de Fráncfort, Londres, Ámsterdam, París y Dublín. Eso significa que hay que estudiar detenidamente la ubicación de los nuevos centros de datos.
En el caso de un emplazamiento como el de Hanau, la ciudad ofrece una ubicación ideal y atractiva, teniendo en cuenta que el espacio actual es cada vez más limitado. Situado a solo 25 km al este de Fráncfort, sigue estando cerca de un núcleo de actividad de cloud y presenta grandes ventajas a la hora de ofrecer una gran conectividad y latencia, y al mismo tiempo cuenta con espacio suficiente para construir centros de datos grandes.
Además, el centro de datos se está construyendo en los terrenos del cuartel de Grossauheim, una antigua base militar estadounidense. Al tratarse de un terreno en desuso, su rehabilitación constituye una forma eficaz de utilizar un terreno que de otro modo estaría abandonado y de reciclar los materiales de la demolición, lo que dota a la actividad de un fuerte respaldo municipal y crea oportunidades de empleo en la comunidad circundante.
Explorar opciones ecológicas centradas en la comunidad
Como ya hemos señalado, la sostenibilidad es ahora un aspecto que ha de tenerse presente a la hora de construir centros de datos nuevos. Se está estudiando toda una serie de posibilidades para reducir las emisiones y se pide recurrir a la innovación para lograrlo.
Reutilizar el calor que generan los centros de datos representa una excelente oportunidad para los operadores de centros de datos y las comunidades en las que se encuentran. Entre las opciones para reutilizar el calor figuran el uso del CO2 capturado emitido por la calefacción para cultivar algas, el reciclaje de residuos como biomasa para desarrollar nuevas fuentes de energía circulares o su reutilización para fabricar productos biológicos destinados a industrias como la cosmética y la agricultura.
Vías innovadoras hacia la eficiencia
De hecho, estas son algunas de las opciones que está estudiando Data4 en su recién anunciado proyecto piloto de I+D en colaboración con la Universidad de París-Saclay para crear el primer centro de datos biocircular del mundo en la región de Essonne, al sur de París. Estas ideas pueden aplicarse a otros centros de datos, como el de Hanau.
Además, hay muchas otras iniciativas en marcha. Las instalaciones de Hanau funcionarán con electricidad compensada al 100 % por energías renovables y utilizarán hormigón bajo en carbono, mientras que Data4 contribuirá a preservar la biodiversidad con medidas como un hábitat para reubicar lagartijas y una torre de anidamiento para vencejos.
Mientras tanto, la propia IA, además de hacer necesaria una mayor capacidad en los centros de datos, presenta múltiples vías innovadoras para mejorar la eficiencia energética. Por ejemplo, puede utilizarse para analizar datos sobre consumo eléctrico y refrigeración, ayudando a mantenerlos en niveles óptimos y permitiendo ajustar los parámetros en tiempo real.
Si consideramos estas cuestiones desde diversos ángulos, hay un gran potencial para mejorar el uso eficaz de la energía y el agua, reducir drásticamente el impacto medioambiental de los centros de datos y beneficiar a las comunidades locales. El camino no será sencillo ni predecible, pero hacer las cosas bien será la mejor manera de que los agentes de los centros de datos y los proveedores de cloud maximicen el rendimiento de sus inversiones en el auge de la IA.