SIN CENTROS DE DATOS, ¡NO HAY SECTOR DIGITAL!

Los centros de datos desempeñan una función fundamental en nuestra sociedad y nuestra economía. Todo lo que ocurre en línea depende de los centros de datos, que alojan numerosas aplicaciones digitales y constituyen así la base de la web. Sin ellos, desaparecerían los servicios bancarios o de salud, de Netflix o incluso de redes sociales. Sin centros de datos, ¡no hay sector digital! Analicemos.

Sin saberlo, explotamos y usamos todos a diario centros de datos, esas inmensas infraestructuras digitales de las cuales muchos ignoran las actividades y la importancia crucial para la sociedad moderna. Aunque el conocimiento de estos gigantes solo parezca estar al alcance de los técnicos, ingenieros o iniciados de la industria, el impacto que tienen en nuestra vida de ciudadanos es concreto y nos concierne directamente, porque cada vez más aspectos críticos de nuestra vida, como la salud, la educación, los servicios financieros y los servicios de la administración pública dependen de estos. Sectores que se califican de «críticos» porque son vitales para la sociedad y, por lo tanto, el estado los llama «OIV», es decir Operadores de Importancia Vital.

CENTROS DE DATOS: VOLVAMOS A LOS FUNDAMENTOS

Los centros de datos contienen, en miles de metros cuadrados, los servidores que alojan los datos importantes de las empresas y de las instituciones, que nos permiten actualmente realizar pagos, comprar en línea, solicitar servicios realizados por agencias estatales, o incluso, ver películas o un partido de fútbol en streaming. Los centros de datos funcionan las 24 horas del día para garantizar el funcionamiento continuo de los servicios digitales esenciales para la población.

Actualmente, los sistemas de salud, por ejemplo, utilizan cada vez más centros de datos, que se esfuerzan por garantizar su funcionamiento sin percances, de forma fiable y continua. Sin embargo, estos edificios están totalmente ausentes de las discusiones acerca de la resiliencia de las empresas y de las infraestructuras.

Al igual que la red eléctrica, los centros de datos son metainfraestructuras que permiten el funcionamiento de los sectores críticos y de la nación. Son la base y sirven de conexión a muchos otros sectores críticos. Los transportes, la energía, las finanzas, la seguridad nacional, los sistemas de salud y otros servicios vitales se basan todos en datos y aplicaciones críticas, que se actualizan casi al segundo y que usan datos almacenados en centros de datos y accesibles a través de estos. Estos edificios alojan sistemas de información mundiales que son esenciales para el funcionamiento de la logística mundial y los servicios gubernamentales y para el correcto funcionamiento de las grandes organizaciones.

Las actividades diarias como los pagos con tarjeta, el envío de correos electrónicos, la reserva de entradas para un concierto, un billete de tren o una cita médica, la recepción de mensajes instantáneos, los expedientes médicos digitales, el uso de las redes sociales, las conferencias en línea y el almacenamiento de nuestras fotos digitales, todas estas actividades necesitan centros de datos. Sin embargo, la mayoría de nosotros no sabemos mucho sobre este tema, a pesar de que interactuamos con estas actividades a diario desde nuestros teléfonos inteligentes, nuestras tabletas u ordenadores.

Uno de los motivos posibles de este desconocimiento sobre los centros de datos por parte de los particulares y los profesionales es la invisibilidad de la infraestructura. Al contrario de los postes y de las líneas eléctricas, elementos muy visibles, que constituyen la base de la red eléctrica, no es frecuente tener la ocasión de ver o de interactuar directamente con infraestructuras de datos. Los centros de datos están generalmente situados en grandes edificios (que se parecen a almacenes) con una apariencia común, en la periferia poco frecuentada de los centros urbanos.

Otro motivo por el cual los conocemos poco es por el lenguaje que usamos para hablar del cloud, como si se tratara de algo un poco misterioso con datos almacenados en algún sitio del cielo. Cuando se envía una publicación a una red social, cuando un comercial utiliza su herramienta de CRM o cuando una tienda online actualiza su inventario, las consecuencias de estas acciones son muy concretas para los centros de datos. Nada de lo que es digital está desprovisto de materia. Un dato digital siempre se almacenará en una infraestructura técnica muy real, alojada a su vez en un edificio con vigilancia permanente y con seguridad reforzada.

LA CRITICIDAD DE LOS CENTROS DE DATOS

Los servicios digitales que usamos a diario son posibles gracias a los centros de datos, que deben almacenar, guardar, calcular y procesar todos los datos que generan esos servicios. Datos que deben:

  • Ser confidenciales: una información solo debe estar accesible a quien esté autorizado.
  • Estar integrados: para que solo los puedan modificar personas autorizadas y según un proceso definido.
  • Estar disponibles: para estar accesibles y poder ser utilizados por su destinatario autorizado en el sitio y a la hora prevista según condiciones particulares (tiempo real, redundancia, etc.).
  • Ser rastreables: para conservar los rastros del estado y de los movimientos de la información. Sin este, no tendremos la garantía de que los otros tres criterios se cumplan correctamente.

Imagina si un coche autónomo recibe una información con medio segundo de retraso. O si Facebook o Twitter dejaran de estar disponibles durante varias horas. O si los movimientos financieros sufrieran errores en los importes. Todos estos servicios requieren una infraestructura sólida y segura para garantizar su continuidad. Ejemplos.

EL ALMACENAMIENTO DE DATOS

Los centros de datos almacenan una cantidad masiva de datos digitales, desde simples archivos personales hasta datos sensibles procedentes de empresas o de gobiernos. Estos datos son esenciales para la toma de decisiones estratégicas, la investigación, la planificación y muchas cosas más. Sin los centros de datos, seríamos incapaces de almacenar y analizar estos datos, lo que haría la toma de decisiones mucho más difícil para las empresas y los gobiernos.

LAS APLICACIONES DE OCIO Y LOS SERVICIOS BANCARIOS

Muchos de los servicios en línea que usamos a diario, como las redes sociales, las aplicaciones de streaming, las plataformas de venta en línea y los servicios bancarios en línea, están basados en centros de datos. Estos servicios se han convertido en indispensables para nuestro día a día y para nuestra economía. Los centros de datos son necesarios para suministrar unos servicios en línea rápidos y fiables a millones de personas.

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA) Y EL MACHINE LEARNING

Los centros de datos se utilizan cada vez más en el mundo de la IA en todos los ámbitos: detección reforzada del riesgo de cáncer en el sector médico, mantenimiento predictivo en la industria, riego de los cultivos según el estado de los suelos en la agricultura, gestión de los flujos de transportes en la logística, etc. Son muchos los sectores que requieren una gran cantidad de datos para generar modelos y realizar cálculos intensivos. Los centros de datos son por lo tanto una pieza esencial de este puzle.

SERVICIOS EN LÍNEA

Las empresas y los gobiernos usan cada vez más las tecnologías digitales para mejorar sus operaciones y sus procesos operativos. Los centros de datos son esenciales para permitir esta transformación digital, ya que aportan servicios de alojamiento y de almacenamiento de datos flexibles, escalables y con costes cada vez más accesibles.

INNOVACIÓN

Los centros de datos también estimulan la innovación en numerosos ámbitos, permitiendo la recopilación y el análisis de datos a gran escala. Los datos almacenados en los centros de datos se utilizan para investigaciones en ámbitos de la salud, de la ciencia y de la tecnología. Los centros de datos permiten la emergencia y la implementación de nuevas tecnologías como el IoT (internet de los objetos), que conectan miles de millones de dispositivos a centros de datos para recopilar y analizar datos en tiempo real.

UNA OMNIPRESENCIA DISCRETA, PERO INDISPENSABLE EN TODOS LOS SECTORES

Sin centros de datos, no hay web, no hay servicios en línea y no hay acceso a aplicaciones que en la actualidad forman parte de nuestro día a día. Por eso, están bajo control permanente, porque al igual que los grandes servicios públicos, es impensable que se detengan o que estén en peligro, por lo importantes que son estratégicamente en todos los ámbitos:

  • Llamadas telefónicas y videoconferencias: sin centros de datos no habría Zoom, Microsoft Teams, GoTo, WebEx, Google Meet, etc. Ellos son los que son capaces de gestionar en tiempo real la fluidez de una reunión de equipo o de una llamada con FaceTime a la otra punta del mundo.
  • Servicios bancarios y financieros: todas las operaciones bancarias están digitalizadas, desde depositar un cheque hasta hacer una operación de cambio, pasando por un pago en línea. Todo ocurre en los centros de datos. Ni siquiera las bolsas necesitan ya espacios físicos. Las operaciones de la bolsa de Nueva York, por ejemplo, ocurren en los centros de datos situados en Nueva Jersey, con centros de recuperación en Chicago para casos de desastres.
  • El IoT: altavoces inteligentes, luces conectadas, sistemas de riego autónomos, sensores y alarmas… todos están conectados con hubs centralizados en centros de datos que reciben, procesan, garantizan la seguridad y almacenan los datos.
  • Redes sociales: todo lo que ocurre en Facebook, Tik Tok, Instagram o YouTube está alojado en centros de datos repartidos por el mundo. Es lo mismo que pasa con las redes y las aplicaciones profesionales, desde LinkedIn hasta SharePoint, pasando por SalesForce u Oracle.
  • El streaming de audio y de vídeo: desde Spotify hasta Netflix, pasando por Apple Music, Disney+ o los replays de tus programas favoritos… estos vídeos, podcasts y canciones requieren espacio en un centro de datos, que tienen que ser especialmente reactivos y resilientes.
  • La formación a distancia: cursos en línea, MOOC, aprendizaje a distancia… es imposible mejorar las competencias sin centros de datos. Además, estos fueron muy utilizados durante la pandemia de COVID-19, permitiendo así a millones de alumnos, estudiantes y profesionales continuar su formación en línea.

Los centros de datos, infraestructuras físicas que permiten la transformación digital y compartir datos digitales, tienen una función fundamental para nuestras sociedades. Permiten el acceso a servicios fundamentales para todos los ciudadanos, simplificando y dando acceso a todos a actividades que antes eran mucho más lentas y costosas. Nunca ha sido tan importante conocer y entender la función y el impacto de los centros de datos en nuestras vidas, y de las personas que trabajan en esos centros de datos.